En una época en la que la Verdad se basa en el número de followers, generar la Duda se ha convertido en una de las estrategias de manipulación de masas más recurridas, junto a la huida hacia adelante.
Trump ya lo hizo. Boris Johnson lo intentó con su iniciativa de retorno. Bolsonaro, actual presidente de Brasil, a sabiendas de los resultados de la maniobra del primero, ha hecho lo mismo, pero mejorando el empleo de incentivos sutiles para la agitación y el conflicto popular. En concreto, en su comunicación del 02-11-2022, emplea una apariencia muy estudiada y poco casual, cuyo objetivo es estimular la idea de "estamos en guerra".
Se supone que su aparición es para dar un mensaje de calma, para que los camioneros dejen de dificultar el transporte y el abastecimiento del país. De hecho, puede haber consecuencias económicas graves, por lo que el Presidente debe intervenir. Sin embargo, también envía mensajes de reconocimiento y legitimación de otro tipo de protestas, entre las que se incluye la petición de la intervención del ejército, azuzando a una gran parte de la población a generar el caos.
Además de todo lo explícito en dicha aparición del Presidente, porque todavía lo es, su indumentaria y mobiliario, como canales de Comunicación No Verbal (pues es intencionado), están potenciando el mensaje.
En la imagen superior, se muestra la comparativa entre la aparición de Bolsonaro y una cualquiera de Zelenski, que es el referente temporalmente más próximo para el establecimiento de la asociación de ideas. Es decir, conocemos a Zelenski básicamente por la invasión de Ucrania, con una imagen de Presidente preparado y trabajando para la guerra. Bolsonaro hace lo mismo:
- Aparece con camiseta, azul marino para no parecer muy descarado. Siendo todavía Presidente, no aparece con su indumentaria habitual, por eso no es algo casual, sino totalmente intencionado. Bolsonaro está diciendo "yo estoy en lucha"
- Tanto el sillón como la alfombrilla del escritorio son de color verde caqui, asociado a lo militar y a un estado de guerra.
- A diferencia de Zelenski, no hay ninguna referencia a su Presidencia en el mobiliario. Siendo el Presidente y tratándose de algo grave (sino no hubiese salido a decir nada) debería haber actuado como tal. El mensaje es claro: "estamos oprimidos por el poder y hay que derrocarlo". Aunque tiene razón, porque un Presidente no suele comunicarse así.
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