Si bien una de las funciones de la comunicación no
verbal es la detección de las incongruencias entre el lenguaje verbal (lo que
se dice) y no verbal (resto de canales comunicativos) en este caso queremos
mostrar un ejemplo de congruencia comunicativa, esto es, qué sucede cuando tus
palabras y tus gestos van de la mano, cuando tu mensaje es sincero y hay una
firme convicción en él.
Para ello, analizamos un fragmento de las
declaraciones de Llorenç Navarro, representante del movimiento de vecinos poruna AP7 GRATUITA en la reunión que tuvo lugar el pasado 5 de septiembre en la
localidad de Amposta donde se reunieron con alcaldes de las poblaciones
afectadas por la alta siniestralidad de la N-340 para solicitar la eliminación
de la doble línea continua, la supresión de la construcción de las 11 rotondas
que Fomento quiere construir en la N340 entre Peñíscola (en la provincia de
Castellón) y Hospitalet del Infante (provincia de Tarragona), y la gratuidad de
la AP7 cuya concesión finaliza el 31 de diciembre de 2019. Peticiones que los
vecinos de Terres del Ebre vienen reclamando desde hace un año, habiendo
realizado ya más de 100 cortes de carretera a modo de protesta.
El primer signo de congruencia, coherencia que
observamos cuando alguien cree y vive lo que se dice es la presencia de gestos ilustradores. Esos movimientos
de brazos y manos que acompañan, refuerzan y están en perfecta harmonía con el
lenguaje verbal, tal y como se muestra en las dos siguientes instantáneas:
Hay congruencia no sólo en el ritmo de sus palabras y
las pausas (prosodia emocional) sino también en su gesticulación (señalando a
los vecinos cuando se refiere a ellos)
Unos
segundos más tarde vuelve a insistir en su petición. Observamos de nuevo ese
tono de voz rítmico, que acompaña con sus gestos, con su cabeza, con una leve
inclinación de su torso hacia adelante al terminar la frase alargando en ese
punto la pausa.
Un conjunto de factores que nos hace entrever que
Navarro cree, vive y siente la petición que está haciendo.
Prueba de ello es este ligero cierre de labios (AU17:
Elevador de la barbilla), signo de contención y emotividad, que realiza en una
de sus pausas, antes de continuar su parlamento.
En
la foto 1, observamos un gesto emblemático
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En la foto 2, de nuevo un
gesto emblemático pues emplea el pulgar y el índice para indicar la segunda
opción, realizando una pausa que da fuerza y congruencia al mensaje.
En la siguiente imagen Navarro
habla gesticulando acompasadamente con las manos en paralelo y en movimientos
verticales de arriba abajo, golpeando suavemente la mesa y el cuerpo
ligeramente inclinado hacia adelante.
Estos gestos refuerzan su
discurso, le dan fuerza y acota con las manos lo que expresa con palabras.
Un discurso que cuenta con la no
interrupción y atención de los otros asistentes a la mesa, pero que ganaría en
fuerza y presencia a nivel de comunicación no verbal, con un ligero movimiento
del torno del resto de asistentes hacia la persona que está hablando, dado que
incrementaría la escucha activa (sensación de comprensión, acompañamiento,
cohesión…) y por extensión la potencia y refuerzo de su mensaje.
Un segundo elemento a tener en cuenta es
la prosodia emocional, esto es, el tono de voz, las pausas, y las modulaciones
de la voz que ayudan a transmitir y interpretar el contenido emocional del
mensaje. (Fernández-Abascal,
2003)
Bibliografía
Ekman, P., & V. Friesen, W.
(1972). Hand Movements. The Journal of comunication ,
353-374.
Fernández-Abascal,
E. G. (2003). Emoción y motivación: la adaptación humana. Madrid.
Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces.
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