¿Alguna vez te has parado a pensar porqué los mentirosos tienen tanto éxito? ¿Sabemos realmente cuándo nos están mintiendo?
En 2006 el profesor Charles Bond y Bella DePaulo hicieron un estudio para determinar estadísticamente en qué medida la gente sabe darse cuenta de que les están mintiendo. Analizando decenas de miles de actuaciones individuales, Bond y DePaulo descubrieron que la gente tan sólo puede diferenciar la verdad de la mentira un 47% de las veces. Explicado en otras palabras, no sabemos distinguir cuándo alguien nos está engañando más de lo que podríamos distinguir tirando una moneda al aire para decidir el resultado.
La dificultad para detectar el engaño queda más patente cuando examinamos a los que tienen un interés profesional en pillar a los mentirosos. Tenemos tendencia a suponer que ciertas personas (agentes de policía, detectives, agentes del FBI) son excepcionalmente buenas para determinar cuándo alguien miente. El investigador Paul Ekman, juntamente con Maureen O'Sullivan y Mark Frank hicieron un estudio para medir la actuación de éstas personas. Los resultados fueron un poco inquietantes. La mayoría de los expertos en detectar mentiras con experiencia no superaron el umbral del azar. De los grupos estudiados, sólo los miembros del servicio secreto demostraron alguna aptitud particular para detectar mentiras. El primer elemento de la ventaja del mentiroso es que detectar una mentira es difícil.
Otro factor importante es que los expertos en el engaño han llegado a la conclusión de que no existen tics físicos que señalen de forma universal que una persona está mintiendo. Las diferencias individuales en el modo de mentir son grandes. El segundo elemento de la ventaja del mentiroso es que es imposible determinar universalmente si alguien está mintiendo analizando sus gestos o expresiones faciales.
Otro factor a analizar es nuestra predisposición hacia la verdad. ¿Cuantas veces nos hemos parado a pensar si son mentira las siguientes frases?
- Es un placer tenerle en nuestro hotel.
- Gracias por confiar en nuestra empresa.
Las personas que nos encontramos en los hoteles/tiendas dicen realmente éstas frases porqué lo sienten o porqué están obligados a decirlo? El fenómeno psicológico, el suponer que no nos están engañando, es conocido como la predisposición a creer que nos dicen la verdad. Esta predisposición hacia la verdad significa que, en lugar de juzgar objetivamente la sinceridad de las personas con las que interactuamos basándonos en su conducta y en lo que dicen, creemos sin más que nos están diciendo la verdad. La corriente de pensamiento reciente en la comunidad psicológica sugiere que esta predisposición hacia la verdad opera como un juicio heurístico, que es el término que los psicólogos emplean para designar una norma general cognitiva. Los juicios heurísticos nos simplifican el mundo: en lugar de evaluar cada situación basándonos en toda la información disponible, empleamos las normas mentales subconscientes para tomar decisiones rápidas sobre las cosas. La predisposición hacia la verdad es una de estas reglas mentales. Vivimos nuestra vida cotidiana con la creencia de que la mayoría de la gente es sincera con nosotros. Realmente, ¿quién querría vivir día a día preguntándose si en cada una de las conversaciones que tiene le están mintiendo?
Otro de nuestros procesos cognitivos contribuye asimismo a la ventaja del mentiroso, y con frecuencia, actúa junto con la predisposición hacia la verdad. Nuestra capacidad cognitiva es limitada, y para analizar a fondo cada una de nuestras conversaciones necesitaríamos una cantidad enorme de energía de la que no disponemos. No poseemos la capacidad cognitiva necesaria para considerar de modo consciente todos los aspectos de lo que vemos. Este modelo de pensamiento nos considera "avaros cognitivos", que sostiene que normalmente gastamos la mínima energía mental que podemos en diversas situaciones e interacciones sociales. En un escenario imaginario de alguien que cuestionara a todo el mundo, el modelo de avaricia cognitiva se suma a la ventaja del mentiroso. Escrutar una afirmación para saber si es verdad requiere energía mental, y nos gusta ahorrar nuestra energía mental cuando podemos. Esto permite a los mentirosos situarse por debajo de nuestro radar cognitivo. El tercer elemento de la ventaja del mentiroso es que todos actuamos con una fuerte predisposición hacia la verdad, lo que da a los mentirosos un margen inmediato para engañarnos.
Otro tema importante en el engaño es el principio del cómplice complacido, que es un principio que señala que a veces simplemente no queremos descubrir una mentira. ¿Cuántos falsos cumplidos hace usted y recibe cada día? El hecho de que algunas mentiras beneficien al receptor se suma a la ventaja del mentiroso. Imagine que recibe un cumplido, ¿hasta qué punto está usted motivado para averiguar que es falso? Nuestra necesidad de recibir halagos y dominar nuestras inseguridades parece superar de forma automática un escepticismo sano. Roos Vonk, psicólogo social diseñó un estudio para descubrir hasta qué punto es fuerte la predisposición a creer en las afirmaciones que nos alagan, y descubrió que nuestro impulso a confiar en la adulación resulta extremadamente fuerte. El cuarto elemento de la ventaja del mentiroso es que tenemos una fuerte predisposición a confiar en comentarios que nos beneficien.
La ventaja del mentiroso en ciertos aspectos puede parecer permanente. Explota procesos mentales sobre los que apenas tenemos control. No obstante, la ventaja del mentiroso no es más que eso: una ventaja. Si bien da a los mentirosos la oportunidad de engañarnos, esto no significa que estemos expuestos a que siempre nos engañen, suponiendo que no queramos que nos engañen.
Bibliografía
Bond, C.F., y B.M. DePaulo. 2006. "Accuracy of Deception Judgements", Personality and Social Psychology Review. 10: 214-34. 2008. "Individual Differences in Judging Deception: Accuracy and Bias", Psychological Bulletin 134: 477-92.
Ekman, E. P., M. O'Sullivan, y M.C. Frank. 1999. " A few Can Catch a Liar", Psychological Science 10: 263-66.
Feldman, R. (2010, ). Cuando mentimos.
O'Sullivan, M., y P. Ekman. 2004. "The Wizards of Deception Detection". En. The Detection of Deception in Forensic Contexts, ed. P. Granhag y L. Stromwall, pp. 269-86. New York: Cambridge University Press.
Vonk, R. 2002. "Self-serving Interpretations of Flattery: Why ingratiation Works", Journal of Personality and Social Psychology 82:515-26.
Otro tema importante en el engaño es el principio del cómplice complacido, que es un principio que señala que a veces simplemente no queremos descubrir una mentira. ¿Cuántos falsos cumplidos hace usted y recibe cada día? El hecho de que algunas mentiras beneficien al receptor se suma a la ventaja del mentiroso. Imagine que recibe un cumplido, ¿hasta qué punto está usted motivado para averiguar que es falso? Nuestra necesidad de recibir halagos y dominar nuestras inseguridades parece superar de forma automática un escepticismo sano. Roos Vonk, psicólogo social diseñó un estudio para descubrir hasta qué punto es fuerte la predisposición a creer en las afirmaciones que nos alagan, y descubrió que nuestro impulso a confiar en la adulación resulta extremadamente fuerte. El cuarto elemento de la ventaja del mentiroso es que tenemos una fuerte predisposición a confiar en comentarios que nos beneficien.
La ventaja del mentiroso en ciertos aspectos puede parecer permanente. Explota procesos mentales sobre los que apenas tenemos control. No obstante, la ventaja del mentiroso no es más que eso: una ventaja. Si bien da a los mentirosos la oportunidad de engañarnos, esto no significa que estemos expuestos a que siempre nos engañen, suponiendo que no queramos que nos engañen.
Bibliografía
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